MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
UGT FICA defiende que el PERTE no puede constituirse como un instrumento de "canibalismo entre comunidades ni de lucha fratricida entre los centros de trabajo", sino como una herramienta para consolidar el tejido industrial, social y la empleabilidad del sector a nivel estatal.
Los responsables de UGT-FICA, que participaron ayer en una reunión de coordinación dirigida por el secretario sectorial Automovilístico de UGT FICA, Jordi Carmona, consideraron positivos los planes industriales que puedan presentar las empresas del sector, aunque advirtieron que "no debemos caer en la tentación" de considerarlos como la solución definitiva para el sector, sino como una ayuda encaminada a hacer frente a una transformación estructural.
Para que estos proyectos puedan considerarse como una herramienta útil para toda la cadena de valor de la industria automovilística, es "imprescindible" que estén vinculados, más allá de los propios condicionantes técnicos, al cumplimiento de unos objetivos tangibles, como la garantía del mantenimiento de empleo así como, la participación "real" de los sindicatos en todo el proceso.
A este respecto, UGT, en las distintas empresas constructoras de automóviles, va a exigir al Gobierno de España la participación directa de los representantes de los trabajadores en la definición y desarrollo de los planes industriales que pretendan optar a los PERTE, al objeto de garantizar que la transición del sector automovilístico sea una transición justa, ordenada y coherente, en la que primen criterios como el mantenimiento del empleo industrial de calidad.
De la misma forma, el sindicato demanda que las 23 propuestas que presentaron sean debatidas y acordadas en la Mesa de Automoción para así poder conformar cuanto antes un plan industrial integral de carácter estatal para el sector automovilístico.
Por último, UGT insiste en que el desabastecimiento de semiconductores, que va a afectar al conjunto de la industria del automóvil durante el próximo año, ha puesto en "evidencia" las políticas "erróneas" adoptadas por las multinacionales y la ausencia de una política industrial europea.
