ZEEWOLDE (PAÍSES BAJOS), 1 (EUROPA PRESS)
La sociedad Swedish Automobile (Swan), antigua Spyker y propietaria del fabricante sueco de automóviles Saab, cerró los nueve primeros meses del año con unas pérdidas netas de 366,9 millones de euros, lo que supone multiplicar por 3,5 los 'números rojos' de 104,1 millones de euros contabilizados en el mismo período de 2010.
Este fuerte deterioro de los resultados de la compañía se explica por el parón productivo de Saab, dado que la falta de liquidez le ha obligado a suspender la actividad fabril en Suecia y a interrumpir el suministro a sus concesionarios.
De hecho, la producción de Saab baja un 40% en los nueve primeros meses, con 13.007 unidades, mientras que en el tercer trimestre se limita a una cifra testimonial de 130 coches, un 99% menos. Por su parte, las ventas bajaron un 25% en lo que va de año, con 14.106 unidades, y un 86% entre julio y septiembre, con 1.245 unidades.
La cifra de negocio de la empresa alcanzó 434,76 millones de euros en los nueve primeros meses de 2011, un 16% menos, mientras que la deuda neta a 30 de septiembre pasado se situaba en 354,5 millones de euros.
El consejero delegado de Swan y de Saab, Victor Muller, admitió que el tercer trimestre del año fue "muy duro", si bien aseguró que la dirección trabaja para asegurar un futuro mejor para la marca sueca, en proceso de reorganización voluntaria y pendiente de un acuerdo para su venta a las chinas Youngman y Pang Da.
RIESGO DE QUIEBRA.
No obstante, Swan admite que si no fuera posible completar la venta de la marca escandinava, "la dirección probablemente no sería capaz de garantizar la continuidad de Saab Automobile, lo que podría implicar la quiebra de la empresa".
Las negociaciones continúan, con la intención de lograr el necesario beneplácito de General Motors, antigua propietaria de Saab, para efectuar la venta. Inicialmente se estableció como fecha límite para cerrar la operación el 16 de noviembre, aunque posteriormente se pospuso hasta el 25 de noviembre.
