TOKIO, 30 (EUROPA PRESS)
El fabricante japonés de automóviles Mitsubishi ha asegurado que ninguno de los motores que fabrica está equipado con un software ilegal y ha negado cualquier fraude en relación con propulsores diésel, a raíz de la investigación que está llegando a cabo la fiscalía de Frankfurt.
Esta afirmación por parte de Mitsubishi se produce después de que el pasado 21 de enero representantes de la fiscalía de Frankfurt registraran la sede de su distribuidor en Alemania y también sus instalaciones europeas de Investigación y Desarrollo (I+D).
Dicha investigación está relacionada con el motor diésel de 2.2 litros Euro 5b y con las mecánicas diésel de 2.2 y 1.6 litros Euro 6b. La firma apuntó que las versiones que cumplen con la normativa Euro 6b ya no se fabrican.
La corporación apuntó que la fiscalía sospecha que dichos propulsores están equipados con un "software ilegal" que identificaba que el coche está siendo objeto de pruebas de laboratorio y reducía las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) en comparación con sus emisiones en condiciones reales.
Ante estas sospechas, Mitsubishi explicó que el motor de 1.6 litros, incluido su sistema de control, "está fabricado por el Grupo PSA" y afirmó que ninguno de los propulsores que produce la marca japonesa tiene este tipo de software ilegal.
Asimismo, desde la compañía señalaron que están colaborando con la Autoridad Federal Alemana del Transporte (KBA) y realizando las mejoras y actualizaciones pertinentes cuando estas son requeridas. En esta línea, apuntaron que los modelos que montan dichos motores fueron comercializados solo después de recibir la autorización por parte de la KBA.
"No encontramos ninguna razón para creer que haya ningún fraude como sospechan las autoridades de la fiscalía de Frankfurt. Continuaremos nuestra inspección interna sobre este asunto y también cooperaremos con los fiscales", finalizó la empresa.