(SUPERMOTOR)
Si bien, las cifras demuestran que el Plan 2000E dejó a las Administraciones públicas unos ingresos adicionales de casi 800 millones de euros, el Gobierno se niega a prorrogar estas ayudas.
En 2009, el Plan 2000E supuso para el Estado unos incrementos de ingresos y ahorros por valor de 414 millones de euros. De prorrogarse en 2010 a esa cifra habría que añadir otros 370 millones adicionales. La demanda adicional que produce el Plan, calculada en 140.000 unidades en 2009 y 190.000 para 2010 (si estuviera vigente todo el año), produciría una recaudación adicional para las Arcas Públicas de 855 millones de euros, desglosadas en 364 millones para la Administración Central y 491 millones para las Comunidades Autónomas. Por otro lado, el ahorro en prestaciones por desempleo durante 2009 y 2010, se ha estimado en un total de 463 millones de euros, incluyendo tanto la distribución de vehículos, como a los proveedores y los propios fabricantes de vehículos.
Una vez deducido el coste de lo que supondría para las Administraciones el propio Plan que se estima, de seguir todo el año 2010, en 340 millones de euros para la Administración Central y 195 millones para la Autonómica, se puede afirmar que el balance final para el Estado es netamente favorable, con unos ingresos netos de casi 800 millones de euros. Además, tenemos que recordar que desde que el Plan se puso en marcha, hace un año, el mercado de turismos ha registrado un volumen total de casi 1.100.000 unidades. Y, por último, hay que tener en cuenta que los mercados europeos, como consecuencia de la retirada de los incentivos a la compra, han empezado a caer.
Pese a estas cifras y el desplome que ya está sufriendo el mercado automovilístico, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, rechaza prorrogar el Plan 2000E y argumenta que tiene "dudas sobre si la subida del IVA va a repercutir sobre los precios del automóvil" y que "es e impuesto que menos distorsiona la actividad económica" cuando ya se ha demostrado con la bajada de las ventas de mes de julio, después de diez meses de aumento, qua ya está afectando al mercado.
El gobierno se acoge a los ejemplos de otros países del la Unión Europea que ya han suprimido las ayudas directas al sector del automóvil para justificar el fin del Plan 2000E en España, omitiendo que los países en los que esta medida estaban en una posición económica mucho más favorable que nuestro país.
