Los talleres perderán un 38% de su facturación con la electrificación del parque, según Solera

Los talleres perderán un 38% de su facturación con la electrificación del parque, según Solera


MADRID, 11 (EUROPA PRESS)

Los talleres perderán un 38% de su facturación en la transición del vehículo de combustión al eléctrico si se aprueba el Anteproyecto de Ley de Cambio Climático ya que, en un vehículo de combustión interna se realizan una serie de mantenimientos preventivos cada pocos años o kilómetros que con el eléctrico desaparecen, según el informe "La descarbonización de la posventa" presentado esta mañana en el Congreso de Faconauto.

En concreto, la posventa factura 13.639 millones de euros anuales, pero si en 2050 el parque fuera 100% eléctrico, esa cifra se reduciría hasta los 8.472 millones. La desaparición de las revisiones afecta a la mecánica, que es donde se generan dos terceras partes de los ingresos totales y donde se perdería un 56% de la facturación.

El informe de Solera atribuye esta pérdida de ingresos al hecho de que los vehículos de combustión integran 25 piezas y elementos que no se encuentran en los vehículos eléctricos, como son el aceite, los filtros de aceite, la correa de distribución, las bujías, los inyectores o los escapes, y que entre todos ellos superan los 15.000 euros.

En cambio, con el vehículo eléctrico llega un nuevo elemento a los talleres, la batería. Con un coste medio de más de 11.000 euros (aunque en función de la autonomía hay modelos que superan los 20.000 euros), se trata de una pieza cara que solo tiene que pasar por revisión cada diez años, una horquilla de tiempo mucho mayor que el requerido por las piezas de mecánica de un diésel o gasolina.

Esta transición también tendrá su impacto en la mano de obra ya que, si en el caso de un vehículo de combustión interna y a lo largo de un período de diez años, supone 3.429 euros, esta cifra se reduce en el eléctrico un 86%, hasta los 489 euros. El número de horas trabajadas disminuye un 90%, pues cambiar una batería es una labor que apenas requiere seis horas de trabajo.

Por otro lado, para hacer viable el objetivo de la Administración en los plazos establecidos, Solera considera necesario mejorar la autonomía de estos coches y la infraestructura de recarga, pero también hacer más competitivo el precio de venta. Lo habitual es que haya que desembolsar 25.000 euros o más si un conductor quiere "electrificar" su movilidad.

La transición será, según la compañía, del diésel al gasolina, con pasos "intermedios" para cambiar la movilidad hacia la sostenibilidad ambiental y cumplir con la legislación a largo plazo.

Además, la descarbonización se enfrenta a dos realidades: el envejecimiento del parque y la evolución del mercado de vehículos usados. En la actualidad, el 29% de los vehículos en circulación tiene más de 15 años de antigüedad, cifra que, en un plazo de cinco años, aumentará hasta el 43%.

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