FRANKFURT (ALEMANIA), 16 (Reuters/EP)
La Fiscalía de Munich (Alemania) ha inspeccionado las oficinas del bufete de abogados Jones Day, contratado por el consorcio automovilístico Volkswagen para investigar el caso del software que alteraba las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) de algunos modelos diésel.
Esta inspección supone un paso más en la investigación judicial que se está llevando a cabo en Alemania para identificar aquellas partes involucradas en dicho escándalo, que afecta a cerca de once millones de vehículos en todo el mundo.
El responsable de Comunicación Corporativa de Volkswagen, Eric Felber, calificó en un comunicado como "inaceptable en todos los sentidos" esta acción por parte de la Fiscalía, puesto que, en su opinión, supone una "clara violación" de los principios del Estado de Derecho.
"En nuestra opinión, una búsqueda efectuada en las oficinas de un bufete de abogados que ha sido contratado por una empresa constituye una clara violación de los principios del Estado de Derecho establecidos en el Código de Procedimiento Penal", aseguró.
Al mismo tiempo, subrayó que esta violación fue confirmada por el Tribunal Constitucional en un caso parecido con otro bufete de abogados y afirmó que Volkswagen llevará a cabo todas las medidas que tenga a su disposición contra dichos procesos.
La inspección de las oficinas de Jones Day se produjo el mismo día en el que también se presentaron miembros de la Fiscalía de Munich en la sede central de la firma Audi, propiedad del grupo Volkswagen, poco antes de iniciar una rueda de prensa para dar a conocer los resultados anuales de la firma de los cuatro aros.
Jones Day fue la compañía encargada por el consejo de vigilancia del consorcio Volkswagen para liderar una investigación en relación con la crisis del software instalado en algunos vehículos diésel que estalló en septiembre de 2015.
La firma legal detectó malas prácticas por parte de algunos de los trabajadores de la compañía, aunque exoneró a los miembros del consejo de administración, en línea con las afirmaciones de Volkswagen, que apuntó que los miembros de dicho organismo no tuvieron conocimiento de este problema hasta finales de agosto de 2015.