La familia Agnelli quiere mantener su 30% en Fiat tras la fusión con Chrysler



MADRID, 31 (EUROPA PRESS)

La familia Agnelli aspira a mantener su participación del 30% en el grupo automovilístico Fiat tras la integración de la corporación italiana con su participada estadounidense Chrysler, en la que ostenta el 58,5% del capital.

Los Agnelli aseguran que disponen de fondos suficientes para mantener esta participación de control, según el diario 'Financial Times', que recuerda que Fiat está buscando financiación para la compra del 41,5% de Chrysler que no controla.

El propio presidente del grupo Fiat y nieto de Giovani Agnelli, John Elkann, enfriaba este jueves las expectativas sobre la inminencia de la fusión entre el grupo italiano y Chrysler, al asegurar que la operación no se llevará a cabo hasta que haya un acuerdo sobre el precio a pagar por las acciones que no controla.

Las declaraciones de Elkann suceden a su vez a las informaciones sobre las negociaciones que mantiene Fiat con varias entidades para financiar la compra del 41,5% de Chrysler, actualmente propiedad del fondo VEBA. Estas informaciones provocaron un fuerte repunte de las acciones de Fiat.

Sin embargo, Elkann aseguraba este jueves que la empresa italiana esperará a que el Tribunal de Delaware fije el precio a pagar por las acciones en poder de VEBA, el fondo que gestiona las prestaciones sanitarias de los jubilados de Chrysler.

"Nuestra intención es esperar el veredicto antes de iniciar la fusión", dijo Elkann, quien no obstante no descartó la posibilidad de alcanzar un acuerdo extrajudicial con VEBA antes de que se pronuncie el tribunal.

Fiat planea comprar el 41,5% de Chrysler en poder de VEBA y acometer una oferta pública de venta de acciones (OPV) para que la empresa resultante cotice en Wall Street. Todos estos movimientos supondrían una "reacción en cadena" de más de 20.000 millones de dólares (15.500 millones de euros).

La multinacional de Turín contaba al cierre del primer trimestre con una posición de liquidez de 11.000 millones de euros, que le debería permitir hacer frente a la adquisición de la participación que no ostenta en su filial norteamericana, cuyo precio oscilaría entre 1.750 y 4.270 millones de dólares (entre 1.360 y 3.310 millones de euros).

La compañía italiana, que discrepa en el valor de esta participación con el fondo propietario, se arriesga a sufrir una rebaja de su calificación crediticia en caso de que recurriera a su liquidez para ejecutar la operación.

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