La crisis y los nuevos lanzamientos aceleran la compraventa de empresas de automoción.

(FARODEVIGO.ES)
La crisis y los nuevos lanzamientos han acelerado las operaciones corporativas en la automoción viguesa este año. Multinacionales como BorgWarner, Michel Thierry, Plastic Omnium y Faurecia se han instalado o han reforzado su presencia en la comunidad por la vía de las compras de empresas gallegas que atravesaban problemas económicos o que pertenecían a grupos industriales en una situación financiera delicada. Expertos y sindicatos coinciden al señalar que estas compraventas forman parte de la dinámica del sector y auguran nuevas operaciones en los próximos meses.
La última compra fue la de Unitexga (Universal Textil de Galicia) a manos del grupo francés Michel Thierry. La empresa redondelana, especializada en el corte y confección de cabezales y asientos para la industria del automóvil, se encontraba en "quiebra técnica" después de perder una serie de contratos con clientes gallegos, entre ellos el Grupo Copo. La entrada de Michel Thierry (que a su vez acaba de ser adquirido por la multinacional alemana Johnson Controls) ha permitido renovar la actividad de la empresa, que trabaja para el grupo Volkswagen.
"Estas operaciones están relacionadas con la coyuntura de la industria del automóvil. Las empresas pequeñas e independientes en épocas como ésta lo pasan mal y al final acaban en manos de multinacionales", explica un experto consultado por FARO, que pone ejemplos como los de Faurecia Escapes (antes Silenciadores PCG), Antolín PGA (antes Perfiles Gallegos de Automoción) y MGI Coutier en la comarca de Vigo, y Faurecia Automotive España en Ourense (antes Allibert), entre muchos otros.
Otra de las compraventas registradas este año fue la de Incalplas, en Allariz, proveedor directo de Faurecia en Ourense. Esta compañía, constituida en 1993, llegó a ser un socio estratégico de PSA hace años. No obstante, a raíz de un incendio en septiembre de 2006, la actividad en la compañía vino a menos, cobrándose la mitad de los empleos (llegó a ocupar a 80 trabajadores) y menguando considerablemente su facturación. Faurecia cerró la operación hace meses, integrando su actividad.
La multinacional gala Plastic Omnium hizo lo mismo con la planta de Peguform Ibérica en Redondela. Esta factoría, que produce parachoques para el centro de PSA-Vigo, arrastraba dificultades financieras por causas ajenas a su actividad (relacionadas con los anteriores accionistas del grupo propietario). En este sentido, la entrada de Plastic Omnium ha inyectado estabilidad económica, lo que le ha valido ya dos nuevos contratos con PSA Peugeot Citroën.
Fuentes sindicales explican que en épocas de crisis como la actual los fabricantes de vehículos tienen muy en cuenta la salud financiera de los proveedores antes de adjudicarle cualquier proyecto, con el objetivo de evitar posibles interrupciones de producción si falla alguna pieza de la cadena. "Lo que observamos en este tipo de operaciones corporativas es que van sujetas a los nuevos lanzamientos", argumentan desde CC OO.
La compraventa más importante registrada este año fue la de las plantas de Dytech Ensa en Zamáns, Valença y Faridabad (India), por parte del grupo estadounidense BorgWarner a principios de abril. En este caso, Ensa no atravesaba problemas económicos (es líder mundial en su campo, los sistemas EGR: recirculación de gases de escape), aunque no así otras plantas del grupo controlado por la italiana Dytech, lo que pudo forzar su venta para hacer caja. La operación ha permitido de todos modos consolidar aún más el liderazgo de Ensa, que ha pasado a llamarse BorgWarner Emissions Systems. La multinacional norteamericana incluso ha fijado en Vigo su división de emisiones.

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