GENK (BÉLGICA), 23 (EUROPA PRESS)
El Ayuntamiento de la ciudad belga de Genk exige a Ford una indemnización por importe de 60,9 millones de euros por la decisión de la multinacional de cerrar la factoría ubicada en el municipio, cuya producción se trasladará a la planta valenciana de Almussafes.
La alcaldía de Genk informa de que Ford ha comunicado oficialmente el cierre irreversible de la factoría, a pesar de las "promesas de palabra y por escrito" sobre su futuro. Para el Ayuntamiento, se trata de un revés para los trabajadores, los proveedores y para la región de Limburgo en su conjunto.
El alcalde de la ciudad belga, Wim Dries, apuntó que ahora "la pelota está en el tejado de Ford", toda vez que el Ayuntamiento concede un mes a la empresa para que abone la indemnización exigida, calculada en función de una auditoría que cifra las pérdidas que supondrá el cierre de la factoría.
"La dirección de Ford garantizó el futuro en varias ocasiones", señala el regidor, que recuerda que en el convenio firmado el 28 de septiembre de 2012, la empresa se comprometía a mantener la planta de Genk en funcionamiento al menos hasta 2020. "Incluso en julio de 2012 los planes fueron confirmados", añade.
Ford Europa confirmó el 12 de julio que la próxima generación de los modelos Mondeo, S-MAX y Galaxy, fabricados hasta el momento en Genk, se producirán en su planta de Almussafes (Valencia).
En concreto, Almussafes comenzará a fabricar el Mondeo "a finales de 2014". Previamente, en septiembre de 2013, iniciará la producción de los nuevos Transit Connect y Tourneo Connect.
Almussafes recibió "la mayor inversión industrial realizada en el sector de automoción en España", por valor de 1.112 millones de euros (230 millones para Kuga, 582 para Transit Connect y 300 millones invertidos en C-MAX entre 2009 y 2012). Desde octubre de 2012, fabrica el C-MAX y el nuevo Kuga "en exclusiva para más de 70 países de los cinco continentes".
