Provee a las fábricas de Valladolid y Palencia pero también a otras del Grupo en el extranjero e incorpora a sus procesos la IA
   VALLADOLID, 7 (EUROPA PRESS)
   El director de Comunicación de Renault Group España, José Antonio León, asegurado que la factoría de Carrocerías de Valladolid tiene "un gran pasado" y "muchísima historia", pero ha destacado que "sobre todo tiene muchísimo futuro" dada su competitividad dentro del Polo Iberia que comprende a las fábricas de la Península.
   Así lo ha destacado durante una visita abierta a la prensa con motivo de la celebración del 60 aniversario de esta fábrica, que aunque arrancó en 1951 como FASA (Fabricación de Automóviles Sociedad Anónima) no comenzó su actividad como fábrica propiamente dicha hasta más adelante, alrededor de 1965.
   La construcción de la factoría de Carrocerías está íntimamente ligada al desarrollo de Renault en España, ya que una vez conseguida la licencia para la primera factoría de Renault en España, la historia de Carrocerías arranca cuando el proceso desencadenado por la ley de 1957, que obligaba a que el 90 por ciento del valor de las piezas fueran fabricadas en España, condujo de manera casi natural a integrar también las plantas que fabricaban los diversos elementos en una misma empresa.
   En este sentido, 1965 fue decisivo y se inauguraron las fábricas FACSA (factoría de Carrocerías) y FAMESA (factoría de Motores de Valladolid). Este mismo año nació FASA-Renault, que producía, distribuía y comercializaba íntegramente los vehículos, pero además compró las Industrias Subsidiarias de Aviación ISA, que desde 1958 fabricaba las cajas de velocidades de Renault y origen de la actual factoría de Sevilla.
    En 1972, el entonces príncipe don Juan Carlos inauguró la factoría de Montaje 2, actual factoría de Valladolid y desde ese momento la factoría de Carrocerías realizó las piezas del Renault 5 y de todos los vehículos que allí se producían. Ese mismo año se lanzó además el proyecto de construir una tercera fábrica, esta vez en Palencia. El 2 de enero de 1978, el primer Renault 12, con algunas piezas montadas y llegadas desde Valladolid, salía por el final de línea de una factoría todavía en obras. Los reyes inauguraron oficialmente en octubre de ese año la fábrica palentina de Villamuriel de Cerrato con todas sus naves ya en marcha.
    En ese año se empiezan a producir nuevos vehículos y Carrocerías empieza a crecer en competencias y empieza a hacer otro tipo de actividades, por ejemplo con la línea de pinturas en 1985 o su integración en Montaje 2, donde estuvo durante 30 años hasta que se decide separar ambas actividades.
   En Carrocerías arrancó en 1985 la actividad de pintura de piezas para Palencia; en 1995 se inició la actividad de soldadura; en 2005 comenzó la inyección de plásticos y en 2018 la pintura de paragolpes de plástico.
COMPROMISO MEDIOAMBIENTAL
   Recientemente, ha explicado León, se incorporan al proyecto de Carrocerías una serie de actividades que no son exactamente lo que el cliente puede ver en su coche, pero "que contribuyen sin duda al compromiso medioambiental y de sostenibilidad que tiene el Grupo Renault" como el Refactory o el ensamblado de baterías.
    José Antonio León ha asegurado que la planta de carrocerías "no solamente tiene un gran pasado o una gran historia", sino que tiene "mucho futuro" porque es fundamental para la competitividad necesaria del Polo Iberia.
   Durante esta visita, el director Industrial del Polo Iberia, José Martín Vega, ha destacado que la fábrica supone "el ejemplo más claro" de "integración vertical", tras lo que ha recordado que España el segundo país europeo en 2024 en fabricación de vehículos y el noveno en el mundo, dado que cuenta con un ecosistema "eficiente y competitivo".
   Junto al director industrial del Polo Iberia han intervenido el director de las factorías de Carrocerías y Montaje, Diego Paulini, y el subdirector de Carrocerías, Álvaro Jiménez Garrido, quienes han desgranado algunos de los datos más importantes del centro de producción de Valladolid.
   La factoría de Carrocerías de Valladolid, en la que actualmente trabajan más de 1.200 personas (21 por ciento mujeres), alcanza los 37 millones de piezas embutidas, más de dos millones de piezas inyectadas en plástico, más de 670.000 paragolpes, más de 193.000 baterías y tiene como nuevo objetivo más de 6.000 vehículos reacondicionados.
   En el taller de embutición, que es el que cuenta con más historia, se producen las piezas de piel de los vehículos de Valladolid y piezas de estructura de todos los vehículos del Polo Iberia (más de 300 referencias). El cien por cien del proceso está automatizado y en el que el cambio de útiles se realiza en cinco minutos frente a las ocho horas de cambio de molde en sus orígenes. Cuenta con un total de 21 líneas que abarcan todas las tecnologías necesarias: corte, embutición, embutición en caliente y corte láser.
   Además, la fabricación de piezas de estampación tanto en acero como en aluminio cuentan con proyectos de inteligencia artificial desarrollados en Renault Group para garantizar la calidad de sus procesos.
TECNOLOGÍA CON VISIÓN ARTIFICIAL
   Por su parte, el taller de inyección de plásticos empezó a inyectar piezas en 2005 y ha evolucionado hasta convertirse en el taller más moderno de la factoría de Carrocerías con ocho prensas de dos tecnologías diferentes, con flujos automatizados con vehículos autónomos autopropulsados y robots colaborativos con sistemas de visión artificial.
    Este taller realiza cerca de 60 piezas diferentesy, salvo un 5 pro ciento que se dedica a la fabricación de piezas de recambio, el resto todo son piezas para los vehículos del Polo Iberia.
   En soldadura se encuentra la mayor tasa de automatiza