Más si cabe que el anterior. Esta prórroga, que permitirá comprar coches a partir de este mismo sábado 2 de febrero, ha dejado fuera a los vehículos usados (VO), centrándose exclusivamente en los nuevos. En la anterior edición se podían adquirir coches de menos de un año de antigüedad, una medida pensada claramente para dar salida a los vehículos procedentes del buy-back de las empresas de alquiler y los coches de flota de las marcas. Pero en esta ocasión, ni eso.
Ha fracasado, pues, el intento de los comerciantes de ampliar el abanico de los VO. Fuentes del sector reconocen que intentaron que en vez de coches con menos de un año de antigüedad se hubiesen aceptado los de 3 o incluso 5 años. El tirón de los VO ha sido claro en el anterior PIVE, pues según datos del IDEA, a pesar de que sólo se aceptaban coches de menos de un año, de los coches validados hasta el 10 de enero, el 12,7% de los vehículos adquiridos eran usados.
Pese a la satisfacción del sector por la decisión del Gobierno de mantener las ayudas, el nuevo plan ha generado otro disgusto a los concesionarios al no aprobar el carácter retroactivo para los coche que se hubiesen adquirido a partir del 10 de enero cuando se cerró el cupo del anterior PIVE. Aunque es cierto que el Gobierno no declaró su voluntad de aprobar otro nuevo plan hasta que lo anunció el presidente del Gobierno en Chile, y mucho menos que tuviese carácter retroactivo, algunos concesionarios estuvieron aceptando compras aportando los 2.000 euros de ayudas pensando que finalmente el Gobierno las pagaría. Esta incertidumbre ha ocasionado que en la última semana haya cundido el nerviosismo en las redes que empezaban a temer que el nuevo plan no vendría con carácter retroactivo y tendrían que hacer frente a las ayudas que han ido dando estos días. Como así ha sido, finalmente.
Respecto a las novedades del nuevo PIVE frente al anterior cabe resaltar las siguientes:
•La cuantía se duplica, permitiendo la compra de 150.000 coches frente a los 75.000 del anterior. Aunque el plan tiene una vigencia de doce meses, el sector entiende que de mantenerse el ritmo del anterior plan los fondos se agotarán en seis meses.
•La edad de los coches a entregar se ha rebajado de los 12 a los 10 años y 7 para los vehículos comerciales ligeros (aquellos que se montan en los chasis de turismos).
•No obstante, el Gobierno prepara un segundo plan, conocido ya como PIMA Aire para el resto de vehículos comerciales (hasta 3,5 tn), es decir las furgonetas. Para este plan se dotarán 40 millones de euros y podría llegar a las 50.000 unidades con ayudas públicas.
•Se aumenta la gama de vehículos susceptibles de ayuda en función de su grado de emisiones.
•Aparece un nuevo incentivo para la adquisición de coches de más de 6 plazas por parte de familias numerosas. Las ayudas llegarán a 3.000 euros (frente a los 2.000 euros del resto), que aportarán a razón de 1.500 euros el Gobierno y 1.500 el vendedor/fabricante. En este caso se aumenta el precio límite de 25.000 a 30.000 euros.
•Los concesionarios que estuviesen ya apuntados al anterior PIVE no tienen que realizar nuevas inscripciones, pudiendo usar sus anteriores claves y no será necesario enviar la documentación en papel, pudiendo el punto de venta operar informáticamente.
•Como en el anterior plan, pueden beneficiarse de las ayudas particulares, autónomos y pymes.
•Igualmente, no se exige al comprador que el coche que entrega haya estado en su poder mucho tiempo, lo que explica que la compra de coches de menos de 300 euros se haya disparado durante el plan. La antigüedad media de los coches achatarrados ha sido de 17,2 años.
