El mantenimiento de vehículos se realizará cada vez más a través de intermediarios

El mantenimiento de vehículos se realizará cada vez más a través de intermediarios


MADRID, 29 (EUROPA PRESS)

Los usuarios de vehículos utilizarán cada vez más a los intermediarios para contratar servicios de mantenimiento debido a la transformación del sector del automóvil hacia la economía colaborativa, según el think tank de Automoción B2B de IE Business School.

Según el estudio, las empresas proveedoras de movilidad tienen que hacer frente a nuevos fenómenos que condicionan su actividad, como el surgimiento de ventajas fiscales para determinados tipos de uso del vehículo, el aumento de la externalización por parte de las empresas para poder concentrarse en su negocio principal, el mayor riesgo en cuanto al valor residual del vehículo o la necesidad de calcular el coste del uso de vehículos sin imprevistos.

En este contexto, la tesis del think tank defiende que se está generando una barrera entre los usuarios finales de vehículos y servicios de movilidad y sus tradicionales proveedores, por lo que han comenzado a desarrollarse y consolidarse las actividades de intermediación y agrupación de servicios, con fenómenos como Car2Go o Uber, que contratan el vehículo que antes compraba el cliente final.

El impulsor del think tank Automoción B2B de IE Business School, Ricardo Conesa, ha explicado que se está produciendo "una transformación sectorial con importantes repercusiones" tanto desde la perspectiva de la demanda de servicios de movilidad por parte de los clientes como de la oferta de las empresas del sector.

Algunos indicios de esta transformación serían la aparición del coche conectado, el vehículo eléctrico, el Big Data, el coche autónomo y los servicios integrados.

Por su parte, el director académico del think tank, José Luis Criado, afirma que el sector "parece evolucionar desde un entorno fundamentalmente B2C a otro B2B", debido a la aceleración del desarrollo tecnológico que posibilita el acceso a nuevos servicios, a la presión medioambiental sobre el automóvil, a los smartphones y a la conectividad derivada de la generalización de Internet, cuya consecuencia ha sido la aparición de un modelo de economía colaborativa y el desarrollo del coche compartido.

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