MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El coste de una póliza de automóvil puede variar en más de 1.000 euros según un análisis de la web, acierto.com, en el que se analizan las diferentes tarifas de las aseguradoras para los usuarios que compararon su seguro de coche durante el mes de enero.
Según este estudio, los precios más reducidos que se encontraron durante este mes en el comparador fueron de 100,25 euros para un seguro a terceros en el caso de un hombre de 34 años en Cáceres y de 190,56 euros para un seguro a todo riesgo de un hombre de 48 años en Salamanca. Ambos conducían diferentes modelos de Citröen.
Para acierto.com no existe la compañía más cara o la más barata. Una compañía puede ser la más económica para un determinado perfil de conductor y vehículo y al mismo tiempo ser la más cara para otro perfil en el que no está especializada.
Los usuarios de acierto.com se pudieron ahorrar en enero hasta 400 euros en su seguro a terceros, 490 euros en su seguro a tercero, incluyendo incendio, robo o rotura de lunas, 925 euros en seguros a todo riesgo con franquicia y 1.050 euros en seguros a todo riesgo sin franquicia.
Las diferentes aseguradoras han sabido establecer su nicho en el mercado apostando por segmentos clave. En el caso de las aseguradoras de venta directa, su oferta se inclina hacia un público más joven siendo este el más penalizado por las aseguradoras tradicionales. Estas últimas, apuestan por un tipo de usuario más adulto y con mayor experiencia.
La diferencia entre ambas se está diluyendo paulatinamente, ya que, las compañías tradicionales están apostando por sus propias marcas y los productos de bajo coste. En el estudio se muestra cómo en el 65% de los casos los precios ofertados por las aseguradoras tradicionales son muy similares y competitivos frente a los de las compañías directas.
El director de operativas de la web de seguros, Carlos Brüggemann, ha afirmado que esta diferencia de precios entre la oferta más económica y la más cara podría estar ligada a unas menores coberturas, aunque también a las diferentes estrategias de las propias aseguradoras, que confían en uno u otro perfil de conductor en función de la siniestralidad de sus bases de datos.
