Según un informe independiente, el parece ser el evento cibernético más dañino económicamente que haya afectado al Reino Unido
MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
El ataque cibernético que sufrió Jaguar Land Rover (JLR) el pasado septiembre causó un impacto financiero en Reino Unido de 1.900 millones de libras esterlinas (2.186 millones de euros) y afectó a más de 5.000 organizaciones británicas.
Así se desprende de un informe elaborado por el Centro de Monitoreo Cibernético (CMC), una organización independiente sin ánimo de lucro, responsable de monitorear, definir y clasificar los cibereventos que afectan a las organizaciones del Reino Unido.
"Con una pérdida financiera de 1.900 millones de libras, este incidente parece ser el evento cibernético más dañino económicamente que haya afectado al Reino Unido, y la gran mayoría del impacto financiero se debe a la pérdida de producción manufacturera de JLR y sus proveedores", ha comentado el CMC.
El rango de pérdidas que ha calculado dicha organización es de 1.600 millones a 2.100 millones de libras (de 1.841 a 2.416 millones de euros), pero podría ser mayor si la tecnología operativa se ha visto afectada significativamente o si se producen retrasos inesperados en la recuperación de la producción a los niveles previos al evento.
Esta estimación refleja la interrupción sustancial en la fabricación de JLR, en su cadena de suministro de fabricación multinivel y en las organizaciones posteriores, incluidos los concesionarios. La estimación es sensible a supuestos clave, como la fecha en que JLR pueda restablecer completamente la producción y el perfil de la recuperación.
La recuperación está en marcha y JLR ha anunciado una reanudación controlada y gradual de las operaciones. Se prevé que este proceso lleve tiempo, mientras se reparan y vuelven a estar en funcionamiento los sistemas y se reactivan las cadenas de suministro.
El CMC también ha señalado que el impacto humano de este evento también es significativo. Si bien no ha puesto en peligro vidas como eventos anteriores en el sector sanitario, sí ha afectado la seguridad laboral, y los proveedores de la industria automotriz han tomado diversas medidas para mantener la viabilidad de sus negocios, incluyendo reducciones salariales, horarios bancarios y, en algunos casos, despidos.
"Las amenazas a la seguridad laboral pueden tener graves consecuencias para el bienestar mental y físico, debilitar la resiliencia de los hogares y verse agravadas por las desigualdades sociales, regionales o económicas existentes", ha comentado.
