Madrid, 9 de octubre (Ancove). UPA y la empresa especializada en drones Ecogeo han analizado el futuro de estos aparatados voladores no tripulados en la agricultura en una jornada tecnológica agraria celebrada en Cantimpalos (Segovia) que concluyó que “los drones se han convertido en los tractores del aire. Los drones son una nueva herramienta que llega para transformar la agricultura convencional en agricultura de precisión”.
Héctor Baza, de la empresa especializada en drones Ecogeo, Pablo Salvador, del Laboratorio de Teledetección de la Universidad de Valladolid, y José Luis Díez, de la firma de desarrollo y asesoramiento agronómicoDeagro, participaron en el encuentro organizado por UPA y patrocinado por la Junta de Castilla y León, Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural Europa Invierte en Zonas Rurales, Ministerio de Agricultura y Grupo de Acción Local Segovia Sur y colabora Caja Rural Viva CajaRural.
Información clave
“Los datos que aportan los drones permiten una información clave al agricultor sobre posibles irregularidades que puede tener el cultivo en una misma parcela, y por lo tanto tomar medidas focalizadas a solventar el problema que tiene aquella zona donde el cultivo no se desarrolla como debería”, como apuntan en UPA que explica, además, que dentro de una misma parcela, con esta tecnología “se puede detectar un estrés hídrico o llegar a delimitar varios sectores con distintas necesidades de fertilización aportando en cada punto la cantidad de fertilizante que el cultivo necesite, lo que conlleva un ahorro importante”.
En la jornada se trató el marco regulatorio y aplicaciones de los drones, así como los ensayos realizados esta misma campaña en una parcela de cebada en Castilla y León, o el desarrollo y perspectivas de uso de los drones en la agricultura y ganadería a corto y medio plazo.
Datos previos
Algunas de las conclusiones que se pudieron escuchar hacen referencia a que son muy variadas las utilidades de los drones, contando que es necesario tener datos previos de la situación de la parcela (análisis de suelo, mapa de rendimiento, históricos de datos, etc.).
“Los drones vuelan, la máquina capta imágenes, pero después alguien (técnico especializado o el propio agricultor) las tiene que identificar e interpretar”, apuntan los ponentes. “Es necesario un análisis de datos e información recopilada para su interpretación. Es necesaria la visita a la parcela por parte del técnico. Es necesaria una continuidad en la implementación del software en la maqunaria: programas, apps…así pues, con los drones pasa igual que con el resto de equipos tecnológicos. Las máquinas no funcionan por sí solas, al igual que ocurre con los tractores, que requieren de una mano que los lleve o de tecnología de aplicaciones varias para realizar cada labor de la mejor manera”.
Hay que tener en cuenta que los drones están capacitados para distintas funciones y para dotarse de distintos equipamientos tales como cámaras multiespectrales, sensores ópticos visuales, cámaras termográficas, cámaras RGB y otros componentes que recogen datos claves para la posterior toma de decisiones asociadas a los cultivos.
También se analizaron las funciones que los drones pueden tener para la ganadería. Se puso como ejemplo el caso real de un ganadero que sufrió la pérdida de un animal y tras la búsqueda infructuosa durante al menos 14 días batiendo 40 hectáreas, recurrió a la empresa Ecogeo, que en 4 horas a través de un dron hizo un recorrido de hasta 180 hectáreas localizando al animal.
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