(FARO DE VIGO)
Las plantas europeas de PSA retornarán progresivamente a la normalidad a partir del jueves, según anunció ayer la empresa. Los centros, incluido el de Vigo, comenzarán a finales de semana a recuperar su ritmo de producción habitual tras los paros realizados estos días debido a la falta de un componente electrónico del proveedor japonés Hitachi, que resultó dañado por el seísmo y posterior tsunami que afectó a Japón el 11 de marzo.
"Tras las perturbaciones de una parte de su producción la semana pasada en Europa, vinculadas a las dificultades de abastecimiento de componentes electrónicos producidos en Japón, el grupo prevé una vuelta a la normalidad a partir del jueves 31 de marzo", afirmó la multinacional a través de una nota.
El pasado martes, el grupo explicó que la pérdida de producción podía llegar a afectar hasta al 60% en alguna de su plantas de ensamblaje, aunque no precisó cuáles se verían más perjudicadas. La dirección y los comités de empresa de las factorías afectadas se reunirán esta mañana para abordar la situación particular de cada enclave. El consorcio admite que "sigue atento a la evolución de la situación" con el resto de sus proveedores nipones, ya que no se descartan nuevos problemas de suministro a medida que avancen los días.
En la planta de Balaídos, está previsto que el Sistema 2 trabaje el jueves 31 de marzo en el turno de tarde y el viernes día 1 de abril (mañana y tarde). En cuanto al Sistema 1, hoy parará el turno de mañana y el miércoles lo hará en el de la tarde. Ambas jornadas serán laborables y se usarán para impartir formación.
El desastre natural del 11 de marzo afectó sobre todo a Hitachi Automotive Systems, planta japonesa a la que corresponde un 60% de la producción mundial de sensores de flujo de masa de aire. Esas piezas se usan en numerosas marcas de coches, afectando a las factorías europeas de General Motors, PSA y Ford (Bélgica). Otro proveedor seriamente dañado es la multinacional química Merck, la única suministradora mundial del pigmento de efecto Xirallic que crea un brillo singular en el recubrimiento, y que afecta a varios modelos de Chrysler, Ford, Volkswagen, BMW, Toyota y GM.
