AUBURN HILLS (ESTADOS UNIDOS), 6 (EUROPA PRESS)
El fabricante estadounidense de automóviles Chrysler revisará en todo el mundo un total de 630.300 vehículos en dos campañas independientes, después de negarse a llamar a revisión esta misma semana otros 2,7 millones de vehículos, desoyendo la recomendación de las autoridades estadounidenses.
En concreto, Chrysler ha anunciado que llama a revisión 409.200 unidades de los modelos Jeep Patriot y Compass, fabricadas entre los años 2010 y 2012, por un posible defecto en los pretensores de los cinturones de seguridad y en los airbags.
Esta campaña incluye 254.000 vehículos comercializados en el mercado estadounidense, además de 45.400 unidades en Canadá y otras 109.400 unidades en determinados mercados de fuera de Norteamérica.
Por otro lado, el grupo revisará otros 221.000 todoterrenos por un posible problema en la transmisión. En este caso hay 181.000 unidades comercializadas en Estados Unidos, 18.400 unidades en Canadá, 3.300 unidades en México y 18.400 unidades fuera de Norteamérica.
PLANTE ANTE LA NHTSA
Chrysler, controlado por Fiat, anunció este martes su negativa a acatar una propuesta de la Agencia para la Seguridad del Tráfico en Carretera de Estados Unidos (NHTSA por sus siglas en inglés) para llamar a revisión 2,7 millones de vehículos de la marca Jeep.
Chrysler explica que ha venido trabajando en este asunto con la NHTSA desde septiembre de 2010. Sin embargo, la empresa no comparte las conclusiones de la Agencia, y no tiene intención de llamar a revisión a los vehículos afectados, que "son seguros y no tiene defectos".
En concreto, la NHTSA ha recomendado la revisión de 2,7 millones de vehículos, correspondientes al modelo Jeep Grand Cherokee fabricado entre los años 1993 y 2004, y al Jeep Liberty producido entre 2002 y 2007.