Las averías provocan al año 1.300 kilómetros de colas para entrar a barcelona

(EFE)
En rueda de prensa, el director de Asistencia en Viaje del RACC, Daniel Cornudella, y el director de Comunicación, Josep Maria Miret, han insistido en la importancia de que los conductores hagan un buen mantenimiento de su vehículo, tanto por su propia seguridad como para no entorpecer la movilidad viaria.

Según el estudio, cada año 1,1 millones de vehículo requieren en Cataluña asistencia mecánica, lo que supone que cada hora 125 vehículos tengan que ser atendidos en la carretera, con todo el problema que ello genera para la movilidad, ya que, de media, cada vehículo averiado genera 5,4 kilómetros de retenciones.

De hecho, tan sólo para esta Semana Santa se calcula que 34.000 vehículos quedarán parados en medio de la vía en Cataluña por una avería, por lo que los responsables del RACC han remarcado la importancia de revisar el vehículo antes de ponerse a circular.

Las vías más conflictivas son la Ronda del Litoral, la Ronda de Dalt y la Autopista del Vallès (C-58), que concentran el 76,4% de los kilómetros de retención generados por averías de vehículos.

En el caso de la Ronda del Litoral se produce un 'efecto ratonera', porque cada vehículo averiado provoca 7,07 kilómetros de retención de media, frente a los 5,47 de la C-58; los 5,30 de la Ronda de Dalt; los 4,70 de la AP-7 o los 4,33 de la Autopista del Baix Llobregat (B-23/AP-2).

Esta situación especialmente complicada en la Ronda Litoral se debe a que concentra el 30% de las averías de camiones -porque circulan muchos vehículos pesados, ya que la vía conecta con el Puerto- y por la dificultad de retirar los vehículos averiados, lo que alarga el tiempo de ocupación del carril de circulación.

A diferencia de lo que ocurre con la Ronda Litoral y la Ronda de Dalt, donde la mayoría de kilómetros de retención que generan las averías se quedan en la propia vía, la C-58 centrifuga las colas a otras vías adyacentes.

En concreto, de los 396 kilómetros de cola que genera de media la Ronda Litoral, el 68% se queda en la propia vía, al igual que ocurre con la Ronda de Dalt, donde de los 350 kilómetros de cola el 84% lo sufre la propia vía.

Por contra, en la C-58, de los 241 kilómetros de retención que generan las averías en esta vía, sólo el 46% se quedan en la autopista del Vallès, ya que el 53% restante contamina carreteras adyacentes, entre ellas las propias rondas, en especial la Litoral.

Durante el pasado año, la peor retención provocada por una avería ocurrió el 10 de mayo, cuando un camión averiado a las siete de la mañana -que tardó una hora y 45 minutos en ser retirado- originó 45 kilómetros de cola, que colapsaron los accesos a Barcelona por la autovía de Castelldefels, la Autopista del Garraf, la A-2, la B-23 y la AP-2 y la AP-7.

Del 1,1 millones de asistencias en carretera durante el pasado año en Cataluña -dato obtenido por el RACC a partir de una estimación de los servicios realizados por las principales compañías de asistencia-, el 57,4% requirió remolcar el vehículo con grúa hasta un taller, mientras que el 42,6% restante se pudo resolver en la vía.

De todas las averías, el 45,1% afectan al sistema electrónico general (en un 25% de los casos por problemas en las baterías), aunque la crisis también ha provocado un envejecimiento del parque móvil, lo que se traduce en que se mantiene elevado el número de averías por fallos en las ruedas, la dirección, la suspensión y los frenos (el 14,5%) y en el motor (12,1%).

Los turismos concentran la mayor parte de las averías (con un 63,4%), seguidos de las motocicletas (9,3%), los monovolúmenes (9,5), los todoterrenos (8%), las furgonetas (4,8%) y los autocares y camiones (3,4%).

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