Aunque el sector de la automoción parece haber superado ya lo peor de la crisis, costará recuperar las producción de casi tres millones de coches que se hacían en España en 2007, máxime cuando la previsión para este año es de 2,4 millones. Así lo entiende Luis Valero, director de Anfac (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones), que estuvo ayer en Zaragoza en la feria Motormecánica participando en una mesa redonda sobre los retos de esta industria. «La producción ya creció más de un 10% el año pasado sobre 2009 y ahora pensamos que se incrementará un 3,5% respecto a 2010. Eso, unido a que el mercado europeo -al que se exporta más del 80%- está mejor que el nuestro, demuestra que el futuro no es tan malo como puede parecer».
No obstante, Valero reconoció que va a ser complicado recuperar los niveles de producción anteriores a la crisis así como o el volumen de empleo, ya que si en 2007 todo el sector ocupaba a 495.797 personas, Anfac calcula que este año emplee solo a 306.300, una cifra por debajo de la de 2010, que cerró con un total de 345.450 trabajadores.
El director general de Anfac se detuvo en explicar que marzo de 2009 fue el peor momento de la crisis para los fabricantes dado que hubo ERE aprobados para 40.000 de los 72.000 trabajadores de las 18 plantas que hay en España y se produjeron 4.000 extinciones de contratos. En este sentido, destacó la poca conflictividad registrada «a pesar de la que ha caído», a la vez que criticó la «timidez» de la reforma laboral y pidió que ahora, cuando se discute un nuevo marco para la negociación colectiva, «se garantice que el convenio de empresa sea soberano».
Para el director de Anfac, los retos son ahora recuperar los niveles de producción de antes de la crisis, es decir, los tres millones, y también el mercado, ya que la cuota de España en Europa ha bajado del 10,4% en 2007 al 7,4% en 2010. «Con 1,3 o 1,4 millones de coches vendidos podríamos estar cómodos», dijo, si bien la estimación que Anfac hace de matriculaciones para este año se queda en 903.296. «Nuestra baza a favor es que producimos un tipo de coche pequeño que tiene demanda. Hay que saber aprovechar eso, además de potenciar un mercado local fuerte y entrar de lleno en el desarrollo de nuevas tecnologías para vehículos más ecológicos», añadió.
Antonio Cobo, director general de GM España, que fue otro de los ponentes en la mesa redonda de ayer, afirmó que el futuro inmediato de la planta de Figueruelas es «tranquilizador» y que se cumplirá la previsión de producir más de 400.000 vehículos este año.
Seguridad «a corto plazo»
«En enero se han fabricado 35.000 y en febrero haremos alguno más», dijo Antonio Cobo. Asimismo, aseguró que Figueruelas no tiene por qué preocuparse «a corto plazo», si bien respecto a un futuro a 30 años, «la solución estará en nuestras manos, interna y externamente, dependiendo de cómo el entorno apoye esta industria clave».
El responsable de GM España destacó también que el futuro del automóvil pasa por la electrificación al comportar un rendimiento mejor que el hidrógeno y por eso, dijo, se ha apostado por un modelo de autonomía extendida, el Ampera, que se está fabricando en Estados Unidos y que , según Cobo, «veremos en las carreteras a finales de año». Su precio, añadió, será de 42.000 euros.
Al problema del elevado coste del vehículo eléctrico se refirió el director de Anfac, al señalar que «la gente no quiere pagar por ser verde; solo quiere ser verde en caso de que le den una ayuda».
