Los 215 trabajadores de la planta de Iveco en Barcelona, dedicada a la fabricación de autobuses, decidieron hoy en asamblea convocar dos jornadas de movilización los próximos 11 y 18 de marzo para exigir un plan de viabilidad que garantice el futuro de la fábrica, que ven amenazado después de que la empresa haya propuesto prolongar dos meses --hasta mayo-- el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal sin asignar nuevos productos al centro.
Según confirmaron a Europa Press fuentes del comité de empresa, los trabajadores rechazaron hoy cualquier expediente si no es con la condición de tener la continuidad de la factoría asegurada. Consideraron que la multinacional italiana está "dejando morir poco a poco" la planta de Barcelona y temieron que tras el ERE --que acabaría en mayo con la prórroga-- lleguen despidos o incluso el cierre.
Las mismas fuentes señalaron que la plantilla ya ha hecho sacrificios y que la multinacional le pide ahora otro más sin que haya detrás un plan industrial que lo justifique. Por este motivo, anunciaron que realizaran un paro de cuatro horas los próximos días 11 y 18 de marzo en señal de protesta y no descartan nuevas acciones.
También exigieron a la Administración que se implique en el futuro de la compañía en la capital catalana. "Hace falta un compromiso político; tememos que la Administración opte por aprobar sin condiciones esta prórroga", expresaron desde los sindicatos.
Entre las críticas, apuntaron al Ayuntamiento de Barcelona, a quien acusaron de apostar por la competencia en las nuevas adquisiciones de autobuses urbanos en lugar de los de Iveco. "En los últimos 10 años, aquí se han comprado 200 unidades a Iveco, mientras que el Ayuntamiento de Madrid ha comprado 1.200", lamentaron.
