Ante la gravedad de la situación creada por el seísmo, hoy se suspenderán en Japón los trabajos en instituciones como el Parlamento (Dieta) de Japón, algo inusual en una de las naciones más avanzadas del mundo. Tampoco abrirán sus puertas el lunes las plantas de los gigantes de la industria automovilística nipona Honda, Nissan, Mitsubishi, Suzuki oToyota, líder mundial del motor. El seísmo, sin embargo, no afectó a las principales zonas industriales del país, alejadas del epicentro del temblor y de la zona de impacto del tsunami. Toyota, el mayor fabricante de automóviles del mundo, sólo tuvo que cerrar dos de sus 14 plantas de ensamblaje en el país tras el terremoto. La industria exportadora nipona, importantísima para su economía, se resiste a la caída. Aún así, tanto Toyota como sus principales competidores Honda y Nissan mantendrán cerradas hoy todas sus plantas en la isla.
Algunas de estas grandes empresas aseguraron que es muy difícil continuar operando sin recibir las piezas de repuesto que necesitan y el Ejecutivo les pidió que ahorren energía para evitar más cortes de suministro en los próximos días.
El ministro de Economía, Banri Kaida, señaló ayer que las empresas Tokyo Electric Power y Tohoku Electric Power pueden aplicar apagones controlados en su suministro desde hoy para evitar cortes masivos de electricidad provocados por el terremoto. El paro afectará asimismo a la producción petrolífera en casi todas las refinerías del noreste de Japón. Además, el parque Disneylandia en Tokio ha anunciado su cierre hasta el día 21.
