En la sección de Biocarburantes de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA) llevan la cuenta: 16 meses y cinco días. Durante todo ese tiempo han circulado borradores de un real decreto que se debería haber aprobado en enero de este año, con la intención de que facilitara el porcentaje obligatorio de incorporación de biocarburantes para 2010, que es del 5,83%. El retraso en su aprobación definitiva por parte del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ha supuesto para el sector, según APPA Biocarburantes, la pérdida de 300 millones de euros, además de numerosos puestos de trabajo.
El pasado sábado 4 de septiembre aparecía publicado en el BOE el Real Decreto 1088/2010, de 3 de septiembre, por el que se modifica el 61/2006, “en lo relativo a las especificaciones técnicas de gasolinas, gasóleos, utilización de biocarburantes y contenido de azufre de los combustibles para uso marítimo”. En concreto, se permite que las gasolineras dispensen biodiésel con una mezcla de hasta el 7% sin etiquetar (antes era del 5%) y bioetanol hasta el 10% (era del 5%). En mezclas superiores, además de indicarlas, deberán poner el siguiente anuncio visible: “Antes de utilizar este producto asegúrese de que es apto para su motor”.
El Ministerio debería hacer algo más…
“La administración, y muy especialmente el Ministerio de Industria, podrían haber hecho mucho más para incentivar el uso de biocarburantes, y así obligar a fabricantes y operadores petrolíferos a facilitar la comercialización de mezclas etiquetadas”. Manuel Bustos, director de APPA Biocarburantes, lamenta el retraso del real decreto, pero también que “los diversos sectores implicados se amparen en esta circunstancia para decir de antemano que no se puede cumplir con la obligación del 5,83% para este año”.
Desde la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) manifiestan que han hecho todo lo que está en sus manos para cumplir con lo que les exige la ley. Álvaro Mazarrasa, su director general, afirma que “nosotros lo que no queremos es que haya ningún problema en el consumo final y, por lo tanto, hasta que no ha salido el real decreto no podíamos introducir ni el B7 ni el E10, y tampoco podíamos apostar por mezclas etiquetadas porque los fabricantes de automóviles anuncian en manuales y etiquetas que con ellas no garantizan el buen funcionamiento de los motores”.
… y los fabricantes de automóviles mucho más
Energías Renovables ha intentado en varias ocasiones recabar el parecer de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), pero no han respondido. Manuel Bustos opina que, dentro de los incentivos que ha recibido el sector del automóvil, “se deberían haber incluido otros para obligarles a admitir en su motores mezclas superiores”, e insiste en que “Industria tendría que haber apoyado más el consumo de biocarburantes con algún tipo de campaña publicitaria”.
En APPA Biocarburantes también lamentan otro de los puntos destacados del nuevo real decreto, la imposición de la disponibilidad en todas las estaciones de una gasolina de protección, que es la de 95 índice de octano (IO), con la intención de que haya suministro suficiente para la mayoría del parque de vehículos que la utiliza. Esto limita el uso de etanol, ya que en la de 95 IO se permite un contenido máximo del 5%. “Estos problemas se habrían paliado si los operadores hubieran puesto en el mercado mezclas etiquetadas, incluido el E85, perfectamente utilizable en los coches flexibles”, apostilla Manuel Bustos. Álvaro Mazarrasa contesta que “los flexibles han resultado un fracaso total y no podemos sacar al mercado una mezcla que no tiene mercado”.
De nuevo, los fabricantes tienen la pelota en su tejado, ya que, al contrario de lo que ocurre en Suecia, Alemania o Estados Unidos, por no hablar de Brasil (casi el 90% del parque automovilístico es flexible), la apuesta en nuestro país es testimonial y está centr
