Fiat - chrysler aspira a ser el sexto productor mundial

(EL NORTE CASTILLA)
Marchionne es el gran artífice de una de las alianzas en el sector del automóvil más espectacular de los últimos tiempos. El hombre que había salvado a Fiat unos años antes de una muerte segura, ahora tiene en sus manos una empresa como la italiana capaz de salvar a Chrysler, en la que el Tesoro de Estados Unidos había inyectado 15.500 millones desde enero hasta finales de mayo de 2009, cantidad acompañada de un fuerte programa de saneamiento. Jeep también entra bajo el control de Fiat (que inicialmente se quedaba con el 20% de la empresa). De esta forma la nueva empresa, presidida por Sergio Marchionne se convertía desde junio del año pasado en la productora de casi cuatro millones de vehículos por año (2,4 de Fiat y 1,5 de Chrysler). Pero el objetivo del nuevo grupo es ambicioso. Se trata de ser en 2014 el sexto productor mundial, con seis millones de unidades, cifra que marca el umbral de la rentabilidad.
Ambas empresas son complementarias. Cada compañía tiene una cartera de productos distinto; grandes berlinas , SUV y todoterrenos (Jeep) por la parte americana, y turismos, deportivos de prestigio (como Alfa Romeo) por la parte italiana.
A nivel de tecnología, Chrysler tiene experiencia en grandes motores, de seis y ocho cilindros así como en híbridos y eléctricos. Fiat aporta, por su parte, una avanzada tecnología y capacidad de producción dentro del mundo de los motores diésel con sus Multijet, así como en motores de gasolina muy eficientes como los Multiair; un punto clave en los planteamientos económicos y ecológicos actuales, plano en el que se suma su experiencia en mecánicas de Gas Licuado de Petróleo (GLP) y Gas Natural Comprimido (GNC).
Otro aspecto de esta complementariedad es el del mercado. Fiat vende el 65% de su producción en Europa y solo el 0,4% en Estados Unidos. En cambio, Chrysler sitúa el 90,1% de su producción en su mercado de origen y el 5,5% en el viejo continente. En esta línea cabe resaltar el caso particular de Sudamérica, donde Chrysler solo vende el 1,5% de producción y en cambio Fiat el 33,3%. Por tanto no solo no hay peligro de solaparse, sino una gran oportunidad de complementarse.

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