El 'pulso' entre fabricantes y concesionarios se suaviza

La tarta se ha reducido tanto que ya no pueden comer todos de ella. Eso es lo que les ha ocurrido a fabricantes y concesionarios durante la crisis, lo que ha derivado en un pulso cuya máxima expresión se ha vivido a propósito de la enmienda introducida por CiU y PP en la Ley de Economía Sostenible. Es la punta de un iceberg que ha crecido con el desplome de las matriculaciones en España (menos de 900.000 coches en el último año) y la destrucción de casi 190.000 empleos en cuatro años (de 495.797 en el 2007 a 306.000 previstos en 2011), según datos facilitados ayer por el director general de la Asociación Nacional de Fabricantes (Anfac), José Luis Valero. España también ha perdido tres puntos de cuota en el mercado europeo y los fabricantes dejaron de producir 1,4 millones de vehículos durante los años de la crisis.

Valero, que asistió como conferenciante a la Feria de Motormecánica --en la que también coincidió con el presidente de GM España, Antonio Cobo--, pronosticó que este año se matricultarán menos de 900.000 vehículos y el sector "no repuntará hasta que España crezca a un ritmo del 1,5%". No obstante, consideró que "ha pasado lo peor".

Con este panorama, no es de extrañar que Valero apostase por retomar el clima de diálogo y entendimiento entre fabricantes y concesionarios, porque el asunto es "demasiado serio", al tiempo que recalcó que la mayoría de los concesionarios se llevan bien con sus marcas, tras recordar que "es la situación de mercado la que cierra los concesionarios, no los fabricantes". Con todo, reconoció que la situación ha cambiado "para bien". El presidente de GM España también apostó por una solución a corto plazo y confió en que se alcance en breve.

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