Los líderes de los sindicatos belgas han rechazado un plan de Opel, la filial europea de General Motors, para rescatar la planta belga de Amberes, unas instalaciones que la compañía tiene previsto cerrar en el marco de su plan de reestructuración. FRANKFURT/BRUSELAS, 9 (Reuters/EP) Los líderes de los sindicatos belgas han rechazado un plan de Opel, la filial europea de General Motors, para rescatar la planta belga de Amberes, unas instalaciones que la compañía tiene previsto cerrar en el marco de su plan de reestructuración. Opel puso hoy sobre la mesa un plan consistente que la búsqueda de un inversor dispuesto a tomar una participación en la factoría belga, con la posibilidad de que el grupo automovilístico mantuviera una participación minoritaria. Este plan reduciría considerablemente el tamaño y la capacidad productiva de la fábrica belga, que limitaría su actividad a la fabricación de la versión descapotable del Opel Astra y de otros modelos de este tipo. Los sindicatos estiman que una reestructuración de este calibre supondría un volumen de producción de entre 4.000 y 5.000 coches al año, con lo que la plantilla de Amberes se reduciría desde 2.600 hasta 400 trabajadores a finales de 2011. "Es demasiado pequeño", indicó el responsable del sindicato ACV Eddy De Decker, quien indicó que los representantes de los trabajadores han pedido a Opel que revoque su decisión de cerrar la fábrica y dé más tiempo a los empleados, hasta finales de junio, para buscar una alternativa.
