JESÚS DOMÍNGUEZ
Con poco más de tres metros y medio (exactamente 3,550 metros), el Fiat 500 Sport nos llevó a unas cotas de diversión que difícilmente otro utilitario podría alcanzar.
La clave de su éxito reside en dos motivos: el primero es su diseño que recuerda al clásico 500 de 1957; mientras que el segundo se escondé debajo del capó con su motor de gasolina 1.4 cc de 100 cv.
Proceso de adaptación
Con un diseño tan exclusivo, necesitamos un tiempo para adaptarnos al puesto de conducción, sobre todo en altura ya que la sensación al principio es como si fuésemos demasiado sentados y con la espalda muy recta, como si circulásemos en un monovolumen o en un todoterreno.
Sin embargo, una vez pasados los primeros minutos necesarios para hacernos con el vehículo, la sensación mejora drásticamente, aunque todavía necesitamos algo más de tiempo para adaptarnos a la altura excesiva para nuestro gusto de los pedales que, en el caso del embrague, puede llegar a cansar un poco en ciudad. Asimismo, el panel central también molesta al gemelo derecho.
Pero a pesar de estas pequeñas aclaraciones, a quien le guste conducir (y es nuestro caso), las anteriores anotaciones serán pronto olvidadas en cuanto se escucha el bronco sonido de ese pequeño motor que alberga un casi inexistente capó. Los 100 cv de potencia que rinde este utilitario llegan hasta su máxima expresión con el botón Sport que se encuentra en el salpicadero. Las sensaciones de velocidad y diversión se multiplican así como el consumo de gasolina (6,3 litros/100 km). Cuando tenemos el botón deseleccionado, el desarrollo del vehículo y su practicidad sólo se pueden explotar en la ciudad debido a que el motor reduce su fiereza hasta tenerlo totalmente domado.
Espacios bien aprovechados
A pesar de tener unas dimensiones de 3,550 metros de longitud, una anchura de 1,630 metros y una altura de 1,490 metros, los espacios están excelentemente aprovechados. Además, la sensación de amplitud es grande debido a las amplias ventanas tanto en las ventanillas del conductor y el acompañante como en la luneta delantera. Los viajeros de los asientos traseros no irán incómodos, aunque tampoco podrían hacer viajes de muchos kilómetros sin sufrir un poco la corta distancia de las piernas a los asientos delanteros.
Los materiales y los acabados dejan una buena sensación, lo que ayuda a percatarnos de que estamos ante un vehículo exclusivo en el mercado que se podría comparar con vehículos como el Smart o el Mini en cuanto a su originilidad en el diseño. En el caso de la unidad probada por 20minutos.es destacan las llantas de 16 pulgadas que dejan ver unas llamativas pinzas de freno de color rojo. Además, incorpora en toda la carrocería del coche una franja con los colores de la bandera italiana que recuerdan que estamos ante un modelo deportivo y exclusivo.
Seguro y dinámico
En marcha las sensaci
